Me voy de Perú pero me quedo

Antes que nada quiero dar las gracias a mucha gente. A los que habéis leído todos mis artículos en este blog y a los que me habéis escrito en algún momento para decirme que os gustaban, sabed que vuestros comentarios siempre han llegado en el momento justo para alentarme y continuar. Dar las gracias a toda la gente en España que se alegró porque me dieran esta beca y me animaron con la locura de venirme a Perú seis meses. Gracias a todas las personas que me está esperando. La vida no tiene tanto sentido cuando nadie te espera...

Pero sobre todo, vayan mis más sentidas y emocionadas palabras de amor y agradecimiento a todos los peruanos que me han acogido. Nunca  dejásteis ni por un  momento que me sintiera sola, o que me arrepintiera de haber cogido el avión para realizar esta parte de mi camino.

Gracias a los hombres que me han animado los días más tristes con sus piropos, al chico de la tienda de flores que me regalaba rosas, a los amigos que me han abierto las puertas de sus casas, a todas las personas que me han contado algo de la historia de su país, a las largas conversaciones sobre política, a los compañeros con quienes compartí los almuerzos de cada día en mi trabajo y a los niños que participaron en mis talleres por su entrega. Mil gracias a toda la gente comprometida socialmente que he conocido por mostrarme que, de hecho, el Perú SÍ avanza. Gracias a todos aquellos que me enseñaron algunos de los rincones de Lima y a los que me animaron a que probara toda su cocina. A mi compañera de piso por su confianza, y a los amigos con los que compartí viajes, noches y bailes. Gracias a la gente que me ha indicado dónde estaba tal calle, a los que me hablaban sin concerme, a los que me avisaban del peligro de un lugar, sois vosotros los que hacéis que Perú sea un país al que todo el mundo quiere volver.

Nunca he mentido cada vez que he dicho o escrito: “amo Perú” ni siquiera he exagerado, pues desde que vine no he sentido otra cosa por este país que no sea amor. Es extraño pero al poco de llegar tuve un coup de feu que todavía dura. Podeis creedme si os digo que mi sentimiento cuando salía a pasear por Lima o viajaba, era el mismo que cuando te encuentras con tu recién enamorado o con tu amante. Cuantas veces he pensado: “estoy en Perú” sintiendo una aguda alegría por ello. Podría haber decidido vivirlo de otra manera, pero la vida es corta, y los sentimientos que a lo largo de ella puedes tener,  muchos e intensos. Y yo no quiero renunciar a ninguno de ellos.   Mi vida aquí ha estado lejos de ser perfecta,  he sufrido contrariedades, dudas y miedos, pero tan ciego es mi amor que hasta amo los contratiempos de mi experiencia.

5 meses han pasado y sigo sin ser capaz de responder a la pregunta de mi blog: ¿qué hago aquí? Me voy  sin saber bien para que vine, quizás sólo fue para sentir, ver, ayudar y conocer, pero, ¿es que hay algo más que hacer en la vida?

Esta experiencia me ha transformado de muchas formas y muy rápido, por eso he podido a veces parecer excesivamente profunda   en mis escritos, pero en resumidas cuentas y dejando toda retórica a un lado, lo único que tengo que decir de todo esto es que ha sido lindo e intenso.  Porque Perú para mí es una fantasía... c’est le pays de mes rêves, le pays dont mon âme  retournerai a chaque fois que je ferme les jeux pour m’enfuir. Mon corps s’en va mais, mos esprit retournera souvent… Me voy pero me quedo.

No me desvincularé de este lugar hasta que yo no lo quiera. Como cualquier amor ya sabeis, la distancia no importa: si quieres permanecer en el otro, en el otro estarás.

No sé cuando regresaré, ni siquiera tengo prisa. En todos los lugares de nuestro  planeta hay cosas por hacer, sólo sé que si lo deseo, volveré. Pero mientras tanto, continuaré con este blog. Seguiré hablando de Perú pero de otra manera, desde la distancia, esta vez como española, no como expatriada, será una visión diferente.  Quiero  darle voz a la comunidad peruana que vive en España, entrevistarles, hablar de sus inquietudes... en realidad tengo en mi cabeza una docena de artículos más  para escribir cuando regrese a mi país.

No sé cual es el siguiente paso, ni veo porqué debería estar obligada a saberlo. Vine comprometida pero ahora estoy más enredada si cabe con el mundo. He visto que la realidad es inmensa, extraña, subjetiva y dificilmente abarcable en una vida. Mejor no preocuparse por aquello que no puedes tomar con tus manos.

¡Y todavía no ví Machu Picchu! cuando leais este artículo estaré en Cusco, en el Valle Sagrado, o tal vez contemplando el lago Titicaca, sintiendo otras cosas y diciéndome a mí misma ¡HASTA PRONTO PERÚ!  

"Yo soy un río,  
voy bajando por  
las piedras anchas,  
voy bajando por  
las rocas duras,  
por el sendero  
dibujado por el viento(...)

Yo soy un río.  
Yo soy el río  
eterno de la  
dicha. Ya siento  
las brisas cercanas,  
ya siento el viento  
en mis mejillas,  
y mi viaje a través  
de montes, ríos,  
lagos y praderas  
se torna inacabable(...)"  

Javier Heraud

 

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